El NEGATIVO DE COLOR tiene un tono uniforme marrón oscuro y apenas deja pasar la luz excepto por las perforaciones. Al quitar la emulsión queda un tono violeta que al encender la lámpara se convierte en naranja. Da una luz base baja y tamizada que contrasta con las líneas de puntos de luz dura que escapan por las perforaciones. La tonalidad varía dependiendo de la emulsión, la antigüedad y el estado de conservación